Este sitio utiliza cookies para mejorar los servicios que se ofrecen. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información Aceptar
La flor de sal (fleur de sel), es la fina capa de cristales salinos que se forman en la superficie de los cristalizadores de nuestra salina tradicional. Entre los meses de Abril y Septiembre, estos frágiles microcristales compuestos de diferentes tipos de sales, son recolectados diariamente con sistemas manuales y de forma artesanal, secados al sol y posteriormente envasados en los diferentes envases de mercado.
Es un producto 100 % natural, sin ningún tipo de tratamiento ni aditivos.
Este tipo de Sal se caracteriza por su alto contenido en Cloruro de Magnesio y de Potasio, que acentúa e intensifica el sabor de los alimentos.
Igualmente y debido a su origen marino y a su especial cristalización, la flor de sal (fleur de sel), contiene el 80 % de los oligoelementos necesarios que necesita nuestro organismo, por lo que podemos afirmar que una dieta con flor de sal, es una forma sana de evitar tener que complementar nuestra alimentación con suplementos minerales.
Joan Roca chef del restaurante "El Celler de can Roca" tres estrellas Michelin y considerado uno de los más prestigiosos restaurantes mundo, ha escogido Flor del Delta para realizar con exquisita maestría, las mezclas de nuestra flor de sal y escamas de sal con productos cuidadosamente seleccionados.
La Flor de Sal se cosecha manualmente y no pasa por ningún proceso industrial. Se deja secar al sol y al viento para obtener un producto puro, sin aditivos ni transformación.
Nuestras Escamas de sal provienen del Mar Mediterráneo. Antes de producir la sal en escamas, el agua del mar se purifica con un método único y exclusivo. El proceso de cosecha es delicado, lo que se traduce en una pirámide que se puede romper con los dedos o agregar al plato directamente.
Hay muchas ventajas al usar las escamas de sal: su estructura crujiente añade una nueva experiencia, gourmet, se utiliza menos sal y se potencia más el gusto. La sal no se oculta en el interior del plato, sino que es un ingrediente más activo que sirve como decoración y potenciador del gusto.
Los yacimientos de sal se formaron alrededor de unos 150 millones de años en el periodo Jurásico. Según fue avanzando el tiempo geológico algunos mares se secaron. La sal del Himalaya no solo es cloruro sódico también contiene otros elementos como son el calcio, el potasio, el magnesio, el óxido de sulfuro, el hierro, el manganeso, el flúor, el yodo, el zinc, el cromo, el cobre, y el cobalto. Se caracteriza por presentarse al consumidor en forma de cristales de color rosado característico. Las propiedades de la sal del Himalaya se utilizan tanto en alta cocina, como sal gourmet, por su sabor y calidad como en tratamientos de belleza y de salud.